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martes, 1 de mayo de 2012

Si yo tuviera una tijera…
si yo tuviera una tijera…. ¡Cuántas cosas recortaría! Sí, sé que es un plagio malo y vulgar de aquélla mítica canción de los sesenta o setenta que hablaba de una escoba, y de una dictadura y de otros tiempos…. Pero si me dejan extrapolarla, al momento actual, tendría un factor igual, un denominador común: los mamarrachos.

Los mamarrachos son tipos como nosotros, algo más feos, tal vez, o tal vez más guapos, pero cuyo pensamiento viene a ser lo que se denomina una mierda. Algo así, pero como una diarrea, como un cuatro de gastroenteritis aguda con todas las de la ley. Hace unos días, la Presidenta de Argentina, Cris, para los amigos, nos roba o lo intenta, YPF, y hoy en grandes titulares Evo, sí, sí, el tipo del gracioso jersey de rallas…. se quiere hacer con la filial de la Hidroeléctrica española.

¿Qué pasa? Somos unos atolondrados. No me cabe la menor duda. Seguramente, doña Ángela Merkel se estará partiendo de risa en su sofá de IKEA, por eso del ahorro, en su palacio presidencial mientras espera el desenlace de la final de la “Champions”. Sí, con su bufandita, y su marido apocado, quizás con una pandereta, animando al Bayer. (A nosotros, también nos vendría muy bien el Bayer, pero las aspirinas….)

¿Qué ocurre? Estamos idiotizados. Hemos perdido la fuerza como un refresco de burbujas que ha quedado mal cerrado. Se nos fue toda la fuerza en el Siglo de Oro Español, y ahora somos una especie de sacos de boxeo. Es que si después de tantos años de expolio, esclavitud, guerras y abusos, ahora tengamos una deuda histórica con todo el mundo y tengamos que hincar la rodilla.

Pero que nadie se equivoque, nos hemos vuelto europeos, o sea, pacientes, idiotas, educadamente protocolarios y diplomáticos, y reitero, que nadie se equivoque, seguimos siendo españoles: orgullosos, navajeros, lisonjeros, mujeriegos, fornicadores y muy, pero que muy cabrones. Y el día que se nos hinchen los cojones de tanto escuchar al pequeño Nicolás, que si Espagne no se qué, que si Espagne no se cuanto; que los alemanes nos toquen los bemoles con sus recortes de recortes porque su eficiencia es lo primero, y su maquinaria relojera es estupenda, como la suiza o mejor. Quizás…., nos hartemos, y empecemos, primero por limpiar la casa de parásitos y mierdas varias, y luego empecemos a barrer este viejo continente, que se cae a cachos y está unido con chinchetas y pegamento barato, que se compra en los chinos, a todo un euro.

1 comentario:

  1. Amen, Maese Ricardo. Cuente Vuecencia con mi persona y conocimientos, para iniciar cuanto antes la obra que el sinigual Duque de Alba dejo sin terminar, dandole a toda esa panda de herejes, luteranos, calvinistas y demas personas que desconocen el nombre de su verdadero padre, un escarmiento que les dure hasta el dia del Juicio Final...

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Historias de un sombrero by Ricardo Shauferman is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-SinObraDerivada 3.0 Unported License.